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Todas las identidades que existen (y por qué es hora de reconocerlas): una guía para visibilizar la diversidad de género

En AEQUI creemos que nombrar también es cuidar. Por eso, hoy hablamos de un tema que aún incomoda, pero que es necesario: el género no es binario. No se trata solo de ser hombre o mujer, ni de encajar en lo que nos dijeron que debía ser. El género es una construcción compleja, diversa y profundamente personal.

Muchas personas llegan a consulta con dudas sobre su identidad. Algunas han sentido culpa, otras confusión… pero casi todas comparten algo: el miedo a no “encajar”. Por eso creamos esta guía: para validar, visibilizar y acompañar. No es una lista cerrada ni definitiva, porque cada persona tiene derecho a nombrarse como quiera. Pero sí es una invitación a ampliar la mirada y reconocer que la diversidad existe, aunque incomode a quien no la entiende.
 
¿Qué es el género (y por qué no es lo mismo que el sexo)?
 
El género no es lo mismo que el sexo asignado al nacer. Mientras el sexo hace referencia a características biológicas (como los genitales o los cromosomas), el género es cómo nos identificamos, cómo nos expresamos y cómo nos relacionamos con el mundo. La identidad de género es eso que sentimos internamente, más allá de lo que el mundo espera de nosotros según nuestro cuerpo. Y sí: puede coincidir o no con el sexo que nos asignaron.
 
Una guía para entender todas las identidades que existen (o muchas de ellas)

Acá te compartimos algunas de las identidades de género más comunes dentro de la diversidad. No están todas. Y no están en orden. Pero pueden ayudarte a encontrar palabras que validen lo que sientes. Porque lo que no se nombra, se invisibiliza.
  • Cisgénero: persona cuya identidad de género coincide con el sexo asignado al nacer.
  • Transgénero: persona cuya identidad de género no coincide con el sexo asignado.
  • Hombre trans / Mujer trans: personas trans que se identifican como hombres o mujeres.
  • No binarie: no se identifica exclusivamente como hombre o mujer.
  • Género fluido: su identidad cambia en el tiempo o según el contexto.
  • Agénero: no se identifica con ningún género.
  • Bigénero / Trigénero: se identifican con dos o tres géneros, respectivamente.
  • Pangénero: se identifica con muchos o todos los géneros.
  • Demiboy / Demigirl: se identifican parcialmente con el género masculino o femenino.
  • Género neutro / Neutrois: se identifican con un género neutral.
  • Andrógino/a: mezcla de características consideradas masculinas y femeninas.
  • Autigénero: identidad influenciada por ser autista.
  • Graygénero: conexión débil o ambigua con el género.
  • Género expansivo / género queer / maverique / novigénero…
La lista sigue, porque las experiencias humanas no caben en una caja.

¿Y si no me identifico con ninguna de estas etiquetas?

No pasa nada. Las etiquetas no son reglas, son herramientas. Sirven para encontrarte si lo necesitas, no para encasillarte. Algunas personas prefieren no nombrarse, otras encuentran alivio al hacerlo. Todo está bien si te hace sentir en paz contigo mismo/a.
 
¿Y si mi identidad cambia?

También está bien. El género puede ser algo estable o puede cambiar. Puede revelarse en la infancia o mucho después. Lo importante no es la certeza, sino el permiso de explorarte.
Lo que queremos decirte es esto:
Tu identidad no es una etapa.
Tu género no está “confundido”.
No hay nada que curar.

¡No estás solo/a!

En AEQUI, seguimos construyendo espacios donde ser tú no tenga que doler.

 

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