Como profesionales dedicados al cuidado de la salud integral, nos involucramos en los procesos que necesita el ser humano para ser un individuo funcional dentro de la sociedad, por ende, AEQUI hace un llamado de atención a la conciencia de todas y todos sobre un tema que más que un tópico, es una realidad mundial: la violencia contra la mujer. Este llamado se hace para ofrecer información y sobre todo apoyo a todas las mujeres del mundo que se han visto vulneradas por actos violentos en su contra y los cuales han creado cicatrices tanto físicas como emocionales. Más que un centro de salud integral, somos una iniciativa para proteger y velar por la salud de nuestra comunidad.
¿Sabías que en promedio 1 de cada 3 mujeres ha sufrido algún tipo de abuso a lo largo de su vida? La violencia contra la mujer, puede adoptar formas distintas, las cuales van desde violencia sexual, hasta violencia psicológica; también puede darse por distintos agentes de violencia desde la pareja, ambiente laboral y sociedad en general. Cada día hay numerosos casos en diferentes partes del mundo y van en aumento no sólo la cifra de casos, sino su frecuencia y nivel de gravedad, siendo la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las manifestaciones de violencia más presentes en el mundo que atentan y violan los derechos humanos. Por ello, cada 25 de noviembre, se recuerda esta lastimosa realidad universal y se promueve el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, con la finalidad de sensibilizar a la sociedad sobre las causas y consecuencias de este hecho.
La violencia hacia la mujer concretamente, se refiere a cualquier patrón de comportamiento que se utilice para adquirir o mantener el poder y el control sobre la mujer.
Los tipos de violencia pueden clasificarse de la siguiente manera:
Violencia económica: cuando se logra o se intenta conseguir la dependencia financiera de la mujer, manteniendo para ello un control total sobre sus recursos financieros, impidiéndole acceder a ellos y prohibiéndole trabajar o estudiar.
Violencia psicológica: consiste en engendrar temor a través de la intimidación, palabras que menosprecian a la mujer y en amenazar con causar daño físico a ella, bien sea su pareja o sus hijas o hijos; también, incluye la amenaza al daño contra mascotas y bienes. Se trata básicamente de someter a la mujer a maltrato psicológico, en forzarla a aislarse de sus amistades, de su familia, de la escuela o del trabajo.
Violencia emocional: se da cuando poco a poco se mina la autoestima de la mujer, a través de constantes críticas hirientes, infravaloración de sus capacidades, insultos y sometimientos a abusos verbales que dañan la moral y la autoperscepción de la persona. También se da cuando los sentimientos de la mujer no son tomados en cuenta y son minimizados al punto de considerarlos como parte de drama, intentos de llamados de atención y no existe ningún tipo de responsabilidad afectiva por daños emocionales causados.
Violencia física: consiste en causar o intentar causar daño a una mujer golpeándola, propinándole patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola, dándole bofetadas, tirándole del cabello, mordiéndole, denegándole atención médica u obligándola a consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo de fuerza física contra ella. Puede incluir también daños a la propiedad.
Violencia sexual: este tipo de violencia se da de forma física cuando se obliga o se coacciona a una persona a participar en un acto sexual sin su voluntad, cuando la integridad de su cuerpo es usada por terceros para beneficios económicos o satisfacción propia sin consentimiento de la mujer. La violencia sexual puede presentarse de una forma sin contacto físico, cuando la mujer sufre de acoso sexual en su entorno, por medio de palabras obscenas, propuestas sexuales de sus superiores en el trabajo o en la escuela.
La violencia contra la mujer, repercute gravemente en su salud y trae consecuencias como cuadros depresivos, intentos de quitarse la vida, adicciones, infecciones de transmisión sexual, traumatismos, traumas psicológicos, e incluso la muerte.
¿Cómo afecta la violencia contra la mujer en la familia?
Los niños y niñas expuestos a violencia infligida por la pareja en el hogar tienen más probabilidades de:
- Ser víctimas de maltrato
- No recibir atención sanitaria
- Tener problemas de conducta, emocionales y escolares
En la adolescencia, tienden más a:
- Usar alcohol y drogas de forma nociva
- Tener relaciones sexuales sin protección
Los adultos que se criaron con violencia en el hogar, presentan una mayor tendencia a cometer o sufrir actos de violencia infligida por la pareja.
La violencia hacia la mujer puede y debe prevenirse. Detener esta violencia comienza por creer en las sobrevivientes, adoptando enfoques integrales e inclusivos que aborden las causas fundamentales, transformen las normas sociales dañinas y empoderen a las mujeres y las niñas. Con servicios esenciales en los sectores policial, judicial, sanitario y social, y con suficiente financiación para la lucha por los derechos de las mujeres, podemos poner fin a la violencia contra ellas.