Al llegar una de las fechas más celebradas en el mundo y más esperada por la familia, como lo es la Navidad, la mezcla de sentimientos de añoranza, nostalgia, alegría, vacío y esperanza, se hacen presentes como si se tratase de aquellos invitados que no faltan y se hacen parte de nuestra familia. Por eso, AEQUI te invita a que conozcas la importancia que tiene la Navidad en nuestras emociones; descubre el impacto que tienen las fiestas decembrinas, además de las tradiciones y sentimientos.
Los mejores recuerdos de la Navidad, suelen evocar nuestra infancia y es frecuente en estas fechas, experimentar emociones de todo tipo, tanto positivas como no tan satisfactorias. Algunas son:
- Alegría e ilusión por el reencuentro con la familia, por el intercambio de regalos, las fiestas, las cenas, los viajes.
- Tristeza por las ausencias, cuando algún familiar ya no puede estar con nosotros.
- Cansancio; las vacaciones navideñas suponen una ruptura en los hábitos de los niños y niñas cuando sus horarios para ir a dormirse se extienden, disminuyen sus quehaceres y aumenta su actividad de juego y ocio en el hogar, lo que supone un agotamiento extra para los padres y las madres.
- Frustración, cuando no se cumplen tus expectativas. A veces, esperamos demasiado los regalos, la llamada de esa persona especial, incluso ese milagro que pedimos durante todo el año y nunca llega.
- Apatía, tristeza, y desánimo al finalizar las fiestas y tener que retomar la rutina diaria.
Y te estarás preguntando, ¿Cómo puedo hacer para manejar todos estos escenarios?
- Mantén tu rutina en la medida de lo posible, aunque lleguen diferentes actividades especiales y aunque tengas celebraciones señaladas. Quitando los días señalados o el día que tengamos alguna actividad programada o celebración, mantenemos (más o menos) los horarios de ir a la cama, comidas, etc.
- Expresa tus emociones y ayuda a los demás a expresar las suyas, ya que son algo natural y forman parte de cada persona. Tanto las emociones positivas como las negativas, es sano expresarlas y gestionarlas correctamente.
- Recuerda con alegría a los que nos están presentes y a los que no, dales un espacio para recordar las alegrías sin caer en memorias tristes.
- Cuando hay varios niños/as en casa debes procurar evitar actitudes que los marquen emocionalmente y la Navidad se convierta en sinónimo de tristeza, rabia o frustración.
- Ten paciencia con todas las personas que te rodean, con sus luchas y sus maneras; abrázalos, sonríeles y hazles saber que tienen tu apoyo.
La Navidad significa para cada quien algo diferente, por ello, sobre todas las cosas, queremos darte todas las herramientas que necesites y requieras para vivir una experiencia de transformación y alegría verdadera; que ya no relaciones eventos tristes con la época favorita del año para reencuentros, familia y compartir.
En AEQUI cuidamos de ti y de los tuyos, por eso te invitamos a disfrutar esta hermosa época en familia y con tus personas cercanas; rodéate de aquellos con quienes te sientes apoyado/da y te brindan alegrías genuinas.
Desde AEQUI deseamos una feliz Navidad y un próspero año 2023 a todas y todos.